sábado, 20 de agosto de 2011

RELACIONES LABORALES DE LOS ACADEMICOS: CASO UNIVERSIDAD DEL ZULIA AUTORES: Pereira de Homes, Lilia; Pereira Burgos, Morela Suárez Amaya, Wendolin; Díaz Nava, María Gabriela


Las relaciones de trabajo representan el medio de interacciones entre trabajadores y empleadores marcadas por regulaciones de diversa índole tendentes a proteger los intereses de los involucrados. Según Lucena (2004) estas relaciones tienen como objeto central el tema de las regulaciones para que las partes convivan en el espacio productivo donde se obtiene para los primeros un salario y para los segundos una renta. En el caso de los académicos, las relaciones de trabajo constituyen un factor muy importante para la interrelación entre el Estado (empleador) y los académicos (empleados), porque a través de ellas se regula el empleo y aspectos de interés para ambas partes. Los mecanismos logrados para regular el trabajo académico han sido, por una parte, los convenios colectivos, acuerdos federativos, reglamentos del personal docente, y por otra parte, la Ley del Trabajo.

          En el ámbito universitario latinoamericano el trabajo académico, en las últimas décadas ha experimentado transformaciones en un contexto de cambios en el mundo de trabajo influenciado por el desarrollo del conocimiento, las innovaciones científicas y tecnológicas, la necesidad del trabajo transdiciplinario, la aparición de nuevas áreas del conocimiento y la creciente demanda estudiantil, entre otros. Destaca Brunner (1985) el surgimiento de una nueva división social del trabajo intelectual como resultado de la etapa modernizadora de la educación superior caracterizada por la aparición de la profesión académica, la burocratización, la masificación, y la politización de la universidad, lo que denomina mercado académico.
          Ese mercado lo conforma un grupo heterogéneo de profesionales a quienes se les llama profesionales del conocimiento, éstos constituyen un grupo social particular del mercado de trabajo, cuyas relaciones laborales se encuentran reguladas fundamentalmente por normativas específicas para las instituciones de educación superior. En el caso venezolano sólo se ha logrado introducir un perfil de la profesión académica prevista en la Ley de Universidades de 1959 y modificada en 1970, donde se entiende que la misión de la universidad: docencia, investigación y extensión descansa en el trabajo académico de ese personal.

          Luego de la investigación realizada por los autores de éste artículo se logra concluir que aún con la importancia que tienen los académicos en la vida de la universidad, el Estado no valora su labor en las mismas, por lo que la relación con éste ha sido conflictiva en los últimos años producto de  su naturaleza antagónica. Tales conflictos vienen dados por mejores condiciones ambientales y organizacionales, dotación de recursos didácticos e instruccionales, planta física, equipamiento, formación, salud y recreación.

          Las acciones de protesta a través de paros y huelgas son medidas de presión al gobierno para que cumpla con los acuerdos, pero a su vez, son un arma de doble filo pues implica la pérdida de horas de trabajo académico que van en detrimento de la credibilidad y legitimidad de la institución. Este grupo se encuentra mal pagado y escasamente valorado, lo que genera tensión en esa fuerza de trabajo ante condiciones laborales que han ido desmejorando progresivamente al tiempo que se les exige mayor dedicación y productividad en las actividades académicas.


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